Miel

Miel, gasolina natural para el corredor de montaña

Para correr por montaña necesitamos grandes dosis de energía, que tomamos procedentes de alimentos procesados. La miel, sin embargo, es una opción totalmente natural que nos aportará beneficios extras.

La alimentación es una de las claves de un buen rendimiento deportivo; lo que ingiramos durante el día tendrá unos efectos u otros a la hora de practicar nuestro deporte favorito. Por ello, siempre se recomienda una dieta lo más natural posible, algo que en ocasiones es difícil de conseguir.

Una de las sustancias más necesarias para todo trail runner es el azúcar, los hidratos de carbono que almacenamos para luego que nos sirvan de combustible mientras subimos y bajamos montañas. Una de las grandes fuentes naturales de energía es la miel, que nos puede aportar una miríada de beneficios a la hora de correr.

Los estudios sobre este alimento datan el consumo humano de la miel hace unos 5.000 años y desde entonces el hombre la ha consumido por sus propiedades nutritivas. Su principal compuesto es el azúcar, pero no en cualquier forma, sino en las que mejor absorbe el cuerpo y menos perjuicios nos puede ocasionar.

Aunque la composición de la miel puede cambiar dependiendo del tipo de alimentación de cada colonia de abejas, normalmente la miel tiene un 38% de fructosa y un 30% de glucosa, además de casi un 20% de agua. Es decir, es una bomba energética concentrada que nos aportará grandes dosis de “gasolina natural”. Por ello, la miel es un excelente sustituto para los típicos geles energéticos, elaborados con sustancias químicas.

En un estudio elaborado por la Universidad de Memphis, se le administró miel a una serie de ciclistas. Todos tenían que completar cada día un trazado de más de 60 kilómetros en formato contrarreloj y los resultados dieron mejores tiempos en aquellos ciclistas que habían tomado miel, en algunos casos de hasta tres minutos.

Asimismo, la glucosa de la miel es menos agresiva para nuestro torrente sanguíneo, por lo que está especialmente indicada para aquellos corredores que tengan que controlar más sus niveles de azúcar en sangre, como puede ser el caso de los diabéticos. Tomando miel, lograremos tener una concentración de azúcar en sangre mucho menor.

Pero más allá de lo obvio, la miel también es un cóctel de sustancias beneficiosas del que nos podemos aprovechar antes, durante y después del ejercicio. Una de sus grandes potencialidades es su poder antioxidante, gracias a su alto contenido en ácidos fenólicos y enzimas como la catalasa y la glucosa oxidasa, claves para poder protegernos de los temidos radicales libres.

Además, la miel también cuenta con unas propiedades regenerativas que nos pueden venir muy bien a los corredores de montaña; es una opción perfecta para reponer nuestros niveles glucémicos tras una sesión de ejercicio, lo que nos ayudará a estar listos mucho antes para realizar un nuevo esfuerzo.

Pero sus beneficios no se acaban aquí, ya que se conoce a la miel por sus excelentes propiedades para combatir infecciones; ahora en invierno, los deportistas outdoor estamos más expuestos a este tipo de problemas, por lo que la miel nos ayudará a mantener a raya a las bacterias.

La miel, además, nos proporcionará, en menor medida, minerales esenciales para los trail runners; calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio están incluidos, además de contar con vitaminas de los complejos B, C, D y E e, incluso, nos puede proporcionar hasta un 2% de proteínas.

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